domingo, 22 de diciembre de 2013

ULTIMAS OBRAS: De Madrid al cielo VI



Título: De Madrid al cielo VI
óleo sobre lienzo
medidas: 55 x 38 cms.
cuadro del pintor realista José María Madrid


De Madrid al cielo VI por José María Madrid


Parque El Capricho

Jardín Histórico El Capricho de la Alameda Osuna

Las características naturales y artísticas del jardín "El Capricho", permiten disfrutar de un entorno lleno de sensaciones y colmado de historias en cada uno de sus rincones. Artistas ilustrados construyeron pabellones, trazaron recorridos, dispusieron láminas de agua y crearon estancias para conseguir aunar belleza, grandeza y singularidad y representar para el espectador, la fiesta, el juego, el amor y los trabajos de la naturaleza.
Se caracteriza por los bosquetes de lilos y de árboles del amor que proporcionan un hermoso colorido primaveral al jardín. En sus praderas y paseos se observan notables ejemplares de robles, pinos, cipreses, tejos, cedros, plátanos y castaños de indias. Esta riqueza vegetal alberga una fauna muy variada, destacando entre las aves: mirlos, palomas torcaces, pitos reales, herrerillos, petirrojos, ruiseñores, etc., además de cisnes negros y ánades y entre los mamíferos: ardillas rojas, musarañas, ratones comunes y ratones de campo.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid
Se trata de un cuadro que representa el Templete del Dios Baco del mencionado parque El Capricho, ubicado en la Alameda de Osuna (Madrid).






lunes, 16 de diciembre de 2013

RELATOS LITERARIOS: Qué bello es vivir




¡QUÉ BELLO ES VIVIR!


Por Roberto Baños


Ha sonado el despertador.

Nuestro personaje se despierta como si fuera un resorte. La radio comienza a sonar. Son las noticias y están dando el parte meteorológico. “Hoy es primavera y esperamos tener en nuestra ciudad 28 grados centígrados”.

Luce un sol espléndido y está despejado.

Se levanta. Una vez duchado, afeitado y aseado, se dispone a tomar el desayuno. Café recién hecho, huevos, jamón, pan tierno y mantequilla que pocos minutos después se convierten en restos irreconocibles en el plato.

Qué espíritu se le ha puesto. Hoy va a ser un día maravilloso; los componentes son todos de diez.

Espera un magnífico paseo después del copioso desayuno. Ya se sabe: “la primavera la sangre altera” y las fuerzas son magníficas.

Desde luego -piensa- si vale la pena una estación del año, es la primavera; de eso no cabe duda. Las grandes sensaciones que produce son inigualables.

Una vez vestido con un traje fresco y de tonos suaves, estima que un pañuelo en el bolsillo externo de la chaqueta no irá nada mal.

RELATOS LITERARIOS: Ghost


GHOST

Por Roberto Baños


Era una tarde de Navidad.

Venía corriendo como un poseso por la acera y dobló la esquina a toda velocidad.

Se pegó a la fachada y miró hacia atrás para ver si le seguían. Al comprobar que no, dio un bufido y se secó la frente llena de gotas de sudor. Sacó del bolsillo derecho una manzana hermosa y clavó en ella sus dientes dejando una huella del pedazo arrancado.

Qué rica –pensó-, con el hambre que tenía y la oportunidad que tuvo de ver a la tendera de la frutería, dos calles más abajo, distraída en despachar a una clienta.

sábado, 14 de diciembre de 2013

LIBROS DE ARTE: Del color al blanco y negro


Del color al blanco y negro
El libro de José María Madrid

Los compradores más acaudalados deberían buscar los verdaderos tesoros como la Biblia de Gutemberg en una subasta o a través de un marchante, mientras que los coleccionistas menos extravagantes podrían coleccionar primeras ediciones de libros de sus autores preferidos, que pueden adquirir online. Internet ha conseguido que, convertirse en un coleccionista se vuelva más sencillo facilitándole la forma de encontrar lo que buscas y haciéndolo más accesible al bolsillo. 

Por eso debes comprar este maravilloso libro de arte de un artista español. Sus obras te entusiasmarán seguro.

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jueves, 12 de diciembre de 2013

MUSICA Y MUJERES ARABES


Cuadro del pintor madrileño José María Madrid
Título: enigmática

MUSICA Y MUJERES ARABES


En este artículo poco hay que decir, solo contemplar la belleza de las mujeres árabes y disfrutar con su maravillosa música. 

El lector verá en los vídeos mujeres bellísimas y unos ojos fascinantes.





RELATOS LITERARIOS: We try harder y mucho más





WE TRY HARDER Y MUCHO MÁS


Por Maite García Valles


Estoy en la ducha, que simple y gran placer, relajante agua caliente y jabón, me gusta ver como la espuma acaricia mi cuerpo para luego dejarme, pero no como un abandono sino como una reparación.

Afortunadamente tengo mampara y no cortina de baño, alejo así la “psicosis” de mi, (qué miedo paso siempre que vuelvo a ver esa peli), no vendrá ningún loco con un cuchillo, no vendrá nadie, no sonará el teléfono (por Dios que no suene) y si lo hace tendrá que esperar…

Me espera también, mi sesión de lectura nocturna, hoy no sé por qué decantarme,¿sigo con Lorenzo Silva y sus “picoletos”?, si, lo haré, es harto relajante, ¿quién pensaría que leer sobre crímenes podría serlo?, pues lo es, quizá los aldeanos extranjeros  que nos criamos en Carabanchel sentimos así.

Uf!!! Que faena, mi tablet se ha quedado sin batería, (que horror si no leo no duermo), se ha muerto súbitamente, no pasa nada, ahora busco el cargador y lo conecto, es fácil hasta para mi, ¿dónde lo tengo? Piensa, piensa… ah si, ya lo sé en la mochila “del finde”, ya lo tengo, vuelvo a la habitación, directa al enchufe, no lo veo, no está, ¿qué pasa? ¿dónde está el enchufe?, no lo encuentro….

Ahora, justo en este momento, me doy cuenta, ésta no es mi habitación, he debido quedarme traspuesta, abro los ojos y veo gente, estoy en un tren, en el tren de cercanías ese que cada día me lleva (lo quiera o no) a mi lugar de trabajo, aquel dónde me esfuerzo mas y mas.

Miro a los pasajeros, todos están manipulando sus móviles, nadie mira a nadie, a nadie parece importarle nadie, si me retorciera entera fruto de algún ataque o espasmo ni me verían, me cuesta concentrarme, saber a dónde voy…

Ah si, por fin me acuerdo, al lugar “del we try harder”


lunes, 9 de diciembre de 2013

EXPOSICIONES: Sinfonía de Luz y Color (II)



EXPOSICION COLECTIVA: Sinfonía de Luz y color (Inauguración)

El sábado día 7 de diciembre a las 19 horas abrió sus puertas la magnífica galería Portal a l'art de Calpe (Alicante) dirigida por la gran Lola Llinares.

En la fotografía se puede apreciar a los artistas asistentes a la misma.

De izquierda a derecha: Fidel Molina, Pau Sintés, Jordi Sellés, José María madrid, Joaquina Marcos, Mati León, Esther Gómez Urdiales, Lola Llinares y Luis Sala.

En esta gran exposición se exhiben mas de 100 obras de un total de 12 artistas españoles y que nadie se puede perder.

No dejes de ver el vídeo, te gustará. Accede aquí: http://www.youtube.com/watch?v=044DXfMV-DA&feature=youtu.be





RELATOS LITERARIOS: Base Tauro 3






BASE TAURO 3


Por Roberto Baños


Eran las siete de la tarde y estaba inmóvil en aquella absoluta oscuridad.

Enhiesto y erguido, cual mástil, permanecía en silencio. A mí alrededor todo parecía dormir. Había momentos en que se podría escuchar el vuelo de una mosca. El frío me atenazaba hasta el punto de sentir en toda mi extensión la frialdad del acero. Mi capacidad de reacción se había quedado petrificada y esperaba con el aliento contenido entrar en acción; no obstante, mi instrucciones eran claras y precisas: permanecer alerta hasta que mis servicios fuesen requeridos, dicho momento sería advertido de inmediato y mi trabajo comenzaría al instante.

En esas cuitas estaba, cuando una llave se sintió en la puerta. Esta se abrió, una luz se hizo en la entrada e inmediatamente una persona entró cerrando tras de sí. Los pasos se dirigieron hacia el dormitorio donde yo me encontraba.

Se oyó el sonido del interruptor de la luz a cuya orden se encendió la lámpara de la mesa camilla, contraria a donde me encontraba situado, que hacía de mesilla.

jueves, 5 de diciembre de 2013

RELATOS LITERARIOS: El rostro




EL ROSTRO

por Roberto Baños

A primera vista, no fue importante.

Sólo pasados unos instantes, y a medida que mis ojos se hacían a la claridad, quedé atónito ante lo que vi.

Me pareció una de esas caras que solemos ver en las películas de gansters de los años treinta. Regordeta y mofletuda, con barba ya crecida, discurrían por su superficie unos surcos tremendamente marcados, semejando cortes de navaja o cicatrices restañadas de antiguo boxeador.

En la frente, las arrugas llegaban a tal grado que más bien parecían la obra aún fresca de una escultura de barro pendiente de modelar, en donde las pellas de material quedan tan solo colocadas a la espera de un posterior alisado.

Las orejas, exageradamente largas, salían de los laterales como pingajos de carne blanda que, en forma de soplillos le daban un aspecto de criatura de otra galaxia. La nariz, gruesa y sebosa, daba la impresión de haber sido usada sin límite. Unos pelos asomando de su interior demostraban descuido por parte de su dueño.

El pelo, cubriendo unas dos terceras partes de la cabeza, era ensortijado y brillaba por lo grasiento. No había orden en el peinado y carecía de raya. Si a esto añadimos unas amplias cejas en desorden, le daba al conjunto una pinta de cornúpeta. Los ojos me sobrecogieron. Eran vitriolo puro. Felinos y a la vez criminales.

Parecían los clásicos que pueden dejar petrificado a cualquiera. Había en ellos una mezcla de rabia y odio contenidos.

Su color, negro como la noche, servía para darle a su aspecto, ya feroz, una tenebrosa y salvaje pincelada.

Su aspecto, era al de un ser repugnante, cuya visión, difícilmente podría aguantar por más de unos segundos. Sin embargo, pasó algo incomprensible y a la vez inusitado con una cara así.

Se aproximó y noté claramente que sus labios se movían.

¡Sí, era cierto! se abrían y empezaban a mostrarme su interior. Una dentadura –no demasiado limpia‐ cerrada y pétrea, de dientes irregulares con sus bases ya de avanzada piorrea, empezó a crear un intento de sonrisa.

Me pareció increíble que “aquello” pudiera dar otra cosa que un bufido; y, sin embargo, en una porción de segundo que a mí se me hizo como una larga secuencia a cámara lenta, todos los músculos de su cara empezaron a ponerse en funcionamiento.

Los surcos se agrandaron, sus mofletes subieron y su mentón igualmente se alzó. El resultado fue una total y amplia sonrisa que dejaba al descubierto dos filas de dientes apretados.


Acto seguido, bajé mi vista hacia el lavabo y me dispuse a afeitarme.



domingo, 1 de diciembre de 2013

RELATOS LITERARIOS: Un instante crucial


UN INSTANTE CRUCIAL


Por Roberto Baños


Me encontraba tendido boca arriba, mi garganta era incapaz de emitir ningún sonido. Sin embargo, mis sentidos permanecían intactos.

No acertaba a entender lo que me había pasado. Tan sólo recordaba que me hallaba dormido cuando ocurrió algo, que aún ahora no me podía explicar.

Debió ser un golpe, tal vez algunos de mis enemigos habían tomado venganza contra mí y me habían herido de muerte. Tal vez un puñal clavado en el pecho o espalda a tenor del dolor tan intenso que sentía. Quizá había sido abatido por un disparo, dado el dolor en la cabeza y el mareo que me dominaba.

Lo cierto es que pasé del dulce sueño reparador a la situación en que ahora me hallaba.

Tenía un frío intenso en todo mi cuerpo y, a la vez, mi seca garganta estaba ávida de líquido que me permitiera tragar aquella pelota que notaba en mi tráquea.

No me cupo la menor duda, de que mi estado era preocupante. ¿Me estaría muriendo? -me pregunté-. Mi vista estaba también afectada, pues las imágenes eran borrosas. Las idas y venidas de personas a mí alrededor me indicaban que de alguna forma se estaban ocupando de mí. Sin embargo, nadie reparaba en el frío que sentía, de otra forma alguien debería haberme cubierto ya con alguna manta o prenda de abrigo.

Respecto al olor que percibía, era insoportable: una mezcla de sudor rancio y alcanfor, con ligeras emanaciones a toallitas lavamanos, que me producía una náusea en la boca del estómago.

El ruido era ensordecedor. En un momento determinado, algo cayó al suelo produciendo un sonido metálico que llegó hasta lo más recóndito de mi cerebro, y un malestar casi agónico se apoderó de mí.

Intenté proferir un grito que me relajara. Posiblemente decirles lo que me dolía o me molestaba; incluso, que me echaran una manta.

Pero ningún sonido salió de mi boca, era como si el shock que me habían producido me hubiese dejado mudo. Sentí miedo: un miedo tan grande, que puso mis pelos de punta.

Empezaba a dudar de que la vida se me estuviera marchando por momentos y eso me molestó.

Mira qué forma de morir tan tonta -me dije-, sin saber quién ha sido mi agresor; sin haber visto su cara, sin poderme defender y, en la forma en que me encuentro, no puedo pedir a nadie explicaciones de lo que me pasa.

Pensé en la cantidad de cosas que podría haber hecho y no iba a realizar. Además, aquella sequedad de boca era por momentos más insoportable.

- ¿Y si tuviera una hemorragia interna?

- ¿Sería un vómito lo que dificultaba mi respiración? Volví a tener miedo. Mi memoria estaba en blanco. Ni siquiera pude repasar mi vida como si de una película se tratara, pues mis recuerdos se habían borrado.

- ¿Habría sido yo una mala persona?

- ¿Qué fechorías habría cometido? Debería poner en orden mis ideas y arrepentirme, pero no podía.

- ¿Estaré delirando? -me dije-, no se puede morir así porque sí. Además hoy es domingo, un día esperado, un día alegre y no de tragedia. - ¡Qué lío! -pensé-.

En ese momento, la molestia de la garganta se agudizó y una convulsión me vino de improviso. Tosí noté como si mis entrañas fueran a salirse al tiempo que un coágulo salía disparado hacia arriba. ¡Era sangre! Y al tiempo me horroricé por cuanto me demostraba mi gravedad, sentí alivio en la garganta pues el tapón que tenía cedió.

Intenté hablar pero fue inútil. Quise quejarme y no pude. Pensé pedir socorro y mis labios ni se abrieron. Me senté definitivamente perdido y me preparé a dar el último estertor.

Fue en ese instante cuando pasó algo sorprendente: alguien se acercó a mí. Me agarró por los tobillos y me levantó como si de un conejo se tratase. Descargó dos violentas cachetadas en mi trasero, que me pillaron de improviso por lo inesperadas, y un gran llanto salió de mi garganta como un manantial que rompe a brotar.

En ese momento empezó la maravillosa vida para mí.